La mayor parte de la práctica de iaidō consiste en aprender y ejecutar katas (secuencias de movimiento precisas), en su mayoría realizadas solo y correspondientes a un escenario. Empiezan de pie (tachi iai), de rodillas en el suelo (seiza) o en una posición con una sola rodilla en el suelo (tate hiza). Estas formas constituyen el mayor número de ayudas didácticas y permiten la transmisión de todas las técnicas de una escuela.
Estos katas se componen básicamente de los mismos cuatro pasos:
También hay una parte importante específica de muchos katas dependiendo de la escuela: furikabutte, la acción de “blandir la espada”. En algunos katas se añaden muchas variaciones, cortes, golpes de empuje, golpes con la empuñadura del sable.
Estos katas deben ser “habitados” por el practicante, e inducir nociones fundamentales específicas de todos los budō: